Alturas de Antuco

Hemos comenzado un nuevo caminar... el Coronel Espinoza ha partido y se ha despedido de las familias con una carta. El asumió a partir de la baja del Coronel Mercado???... bueno, no recuerdo bien, pero Espinoza alcanzó a conocernos, nos acompañó en estos primeros meses de dolor en la partida de Chebi.

Llegó un nuevo coronel, creo que de apellido Fuenzalida. Pensó que sería la mejor ocasión para presentarse en la entrega de los cenotafios en las alturas de Antuco. Se convocó a todas las familias hasta el regimiento. Así que muy temprano, tomamos nuestra camioneta y nos acompañó Rodrigo Monroy, ya que la Pamela no está para hacer estos viajes largos y también incómodos (en el sentido que el camino hasta La Cortina, es de piedra volcánica en algunos lugares).

Abordamos los buses y nos llevaron hasta arriba. Este día no estuvo nuestro padrino Valladales, así que nos asignaron otro militar, el cual también resultó ser muy acogedor. Llegamos al lugar y nos encontramos con asientos y al centro una especie de hoguera... luego se nos explicó de que trataba.

En la ceremonia, estuvo presente un militar de apellido Toro (el cual según me contaron está en tercer lugar luego del general de los ejércitos). Luego presentó su discurso el nuevo coronel. A continuación comenzó el acto ecuménico, donde estuvieron unos sacerdotes, el diácono y un pastor evangélico.

Se compartió el texto de María a los pies de la cruz, luego se hizo el signo, como en el antiguo testamento, de elevar incienzo en la presencia del Señor como oración. Pasaron todas las familias acompañadas por los padrinos. Fue un momento muy emotivo, del cual tomamos con Rodrigo muchas fotos.

Luego, nos llevaron hasta el lugar donde cayeron los jóvenes soldados. Nos llevaron en los buses y nos dejaron en cada cenotafio. Claro, que tuvimos que esperar que llegara el Coronel con los ministros para bendecir el recuerdo.

Mientras esperábamos, escuché de la boca de tres militares, que el lugar donde cayeron los soldados, pero sobre todo mi hermano, no es el lugar donde actualmente está el cenotafio. El problema era, que en aquel lugar donde cayó Chebi, se construirá una carretera o asfalto para mejorar la ruta hacia el paso internacional Pichachen. Así que tomé algunas fotos con Rodrigo del verdadero lugar donde cayó Chebi, que es al otro lado del camino. En unos años más no habrá rastro del lugar físico, pues será toda llanura aplanada... sólo quedará el cenotafio.

Luego marchamos en el bus hasta La Cortina. Ahí tuvimos una colación con los padrinos y partimos el viaje de regreso hasta el regimiento. Un viaje un poco largo, agotador, pero lleno de satisfacción, en el sentido de que nos pareció todas las actividades algo bueno.

Llegamos a nuestro hogar tranquilos, agradecidos de Dios. En el regimiento nos dijeron que nos volveríamos a reunir con las familias cuando sea el 18 de mayo, cuando se cumplan 2 años de la partida de nuestros seres queridos.

Desde aquí mis saludos a todos los que leen este blog y en especial a la familia de Miguel Parada quienes me están acogiendo en su casa, cuando escribo estas lineas.