Un amigo que nos visita

Edgardo marchó ayer a su hogar, la Pamela hoy antes de almuerzo. Pero hoy también recibimos una grata visita, el Padre Pedro Mieres.

El día sábado en la Eucaristía se hizo presente la intención de la comunidad, de rezar por Juanito, Arnaldo y Chebi. Pero no fue la única intención, pues también conmemorábamos el día del catequista (que no dejó de ser importante, pues mis papás llevan más de 23 años haciendo catequesis o charlas de Bautismo), así que se les hizo un reconocimiento delante de toda la comunidad, pero sin duda, el reconocimiento más grande es de la gran fe.

Pero retomando, nuestro amigo llegó a eso de las una para celebrarnos una Eucaristía por Chebi. En nuestro hogar compartimos entonces Javier, Paola, mis papás y quien les escribe. Un momento íntimo de comunión (que nos recordó mucho a las Misas celebradas junto al Padre Manuel Solís).


Luego de aquello, almorzamos y compartimos grata sobremesa. A pesar de que se encontraba nuestro amigo con el pie hinchado por un esguince que se hizo en Santa Bárbara hace unos días atrás.


Lamentablemente la visita sólo duró hasta eso de las 5 de la tarde, pues correspondía una Eucaristía en Buen Pastor y debía marchar nuestro amigo. Agradezco a Javier que tuvo la buena voluntad de ir a buscar en camioneta a nuestro amigo.

Por la tarde también nos visitó la tía Nalta y la Pauli (quien vino este fin de semana con la Irmi para acompañar a mi tía). Todo vuelve parece que a la normalidad. El corazón aun recuerda tiempos mejores. Incluso he soñado con mi hermano.

Seguramente, el próximo post compartiré la biografía que mi mamá hizo, pues ella la tiene en Huépil. No sé que será de este blog más adelante, pues Pamela y mi mamá pidió que no lo continuara, ya que nadie le interesa el caminar de la familia, sino exclusivamente la persona de Chebi. Así que, creo que en un tiempo más no lo actualizaré más.