Wednesday, May 23, 2007

Biografía

Para que lean la siguiente carta, les comparto un tema compuesto por un chico de Temuco sobrino de un señor de Huépil de apellido Salazar (quien contrató a Chebi en el verano para trabajar y estuvo dispuesto incluso a ayudar a Chebi cuando quizo sacarse el servicio militar... pero luego Chebi decidió hacerlo voluntariamente)...



Esta biografía fue escrita por mi mamá biografía fue leída en radio Camila el día 17 de mayo junto con la biografía de Freddy Pilar... en vísperas del segundo aniversario de mi hermano. Hoy como mi mamá está aquí en Concepción, me trajo el documento el cual quiero compartir.


José Francisco San Martin Villalobos
Soldado Conscripto caído en Antuco.

Llovía y el viento arreciaba en el invierno más duro que azotaba nuestra región. Junio 11 de 1986 nace en Los Angeles.
Cuando el viento soplaba él se acercaba al calor tierno y amoroso de los brazos de su madre María Cristina, de su padre Waldo y de los hermanos que alegres lo recibían.
Y también te fuiste un 18 de mayo de 2005, en el viento, la nieve y el frío, en vano buscando un referente cálido, sólo tu mirada abarcaba la blancura de la nieve y los cuerpos diseminados de tus camaradas y amigos, levantando tus brazos caíste para ser recibidos por los brazos de María en la Jerusalén Celestial.
En esos apretados 18 años, que fue tu vida, hiciste muchas cosas, atleta ganando dos copas en maratón Juan Carlos Ramírez del Cuerpo de Bomberos de la Comuna de Tucapel, necesitabas rapidez, volabas sobre tu skate por las calles de Huépil, saludando... "hola amigo, hola hermano".
Cursaste tu Enseñanza Media en el Liceo B-67 de Huépil, además tomaste mayas curriculares en Inacap "Armado de Computadores el 2003 y 2004".
Te caracterizaste por tu espíritu alegre y solidario, lleno de bromas y travesuras.
En el verano trabajaste como temporero y con ello viajaste a conocer el sur de Chile, tus ojos necesitaban conocer otras realidades, otros paisajes, rápido. El tiempo siempre te apremiaba.
Voluntario te presentaste al Regimiento, querías conocer la disciplina militar, cumplir con tu Patria, porque luego vendría la Universidad, y el tiempo se quedaba corto...
Tu profunda fe te llevó a ser misionero en una población de Los Angeles. Sabemos de un hogar donde hay una foto tuya riendo, y en los corazones el testimonio de un Dios de los labios de un niño joven. Luego hiciste el Periodo Motivador donde creció tu fe y la promesa de hacerlo vida... seguir los pasos de Jesús.
José Francisco, que apretada y corta fue tu vida, que larga y dura es lo que queda por caminar sin tu presencia.
Pero nuestra fe nos enseña que la muerte no es el final del camino, tu caminas junto a nosotros, pero por caminos llenos de luz, amor y alegría.
Gracias hijo, gracias por haber estado entre nosotros, un tiempo que se rompió en mil pedazos en la montaña.

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