Monday, May 01, 2006

De la Cruz

Subimos junto a Don Santiago, Genaro, mi papá y yo hasta el volcán Antuco ayer.
Llevamos entre tantas cosas una cruz blanca de metal.
El viaje de ida fue muy corto, compartiendo, conversando y riendo. Los paisajes del Valle del Laja son hermosos.
Ahora, para mi, al principio me parecía un lugar que a pesar de tanta belleza carga con una culpa que no le corresponde sufrir.
Muchas piedras, cruces, flores y rosarios, marcan presencia de un acontecimiento que pareció brotar en algun momento en medio de aquel paisaje. Una bandera chilena, unas flores de plástico, unas palabras como: te quiero, la batalla ya se acabó, tu siempre fuistes scouth, etc... van hablando de la vida que se perdió en las piedras para dar el paso a la vida eterna.

Pusimos una cruz, debo admitir que el lugar donde Chebi calló no pasa desapercibido, no, pues hemos puesto muchas señales. Con esto queremos que la nieve no borre el área donde ocurrió la Pascua, es con otras palabras como tratar de preservar el sepulcro. La nieve quizás entienda... pero no sé si lo entenderán los cuidadores del parke.

Rezamos, visitamos donde cayeron los primeros soldados, llegamos casí hasta el punto de partida de la caminata... también vimos un hermoso homenaje que hicieron por los 45, un soldadito que está sobre una gran roca en "las rocas de los vientos"..., lugar donde también buscamos el año pasado.

Bueno, hay hermosas cruces allá arriba. Pero, lo que me extrañó fue ver una estrella en uno de los soldados... pues yo sé que somos el nuevo Pueblo de Dios, no el de David. Y la cruz es nuestra señal, no de muerte si no de un misterio trascendente, del paso a la vida eterna. Esto pensaba cuando observaba las cruces... cuantos hermanos ven en la cruz de Cristo la llave, el instrumento para la vida eterna... no podemos dejar de tener una cruz, no.
Al pensar en el cementerio observaba cuantos esperan la resurrección, con una cruz como la nueva señal para que Cristo levante los cuerpos dormidos y sean gloriosos como el suyo. Y aquello que pensamos de fúnebre que era el cementerio, yo creo que nuestras vidas son más tenebrosas y tristes cuando están lejos de la presencia de Dios... si, nuestro corazón sin Dios parece una tumba hedionda y llena de gusanos.

Logramos sacar una sola foto, espero algún día conseguirla y subirla aquí mismo.

2 comments:

Anonymous said...

"El legado de Chebi"

Hace un año que nos dejo para reunirse con Jesucristo nuestro Señor, desde ahí nos acompaña todos los días, los que conocimos a José Francisco (Chebi) recordamos que siempre se le vio alegre, travieso, servicial con el desvalido y sobre todo el compartía con todos sin discriminación alguna, por eso hay que recordarlo con mucha alegría como era el y aprender de sus lecciones.

Sinceramente, con cariño.

Victor Hugo San Martín.

Waldo San Martin V. said...

gracias primo por acompañarnos aquellos difíciles días, sin duda, hemos hecho historia junto a Chebi, si... junto a él, pero aun nos queda compartir y crecer como famiia con él, pero en el corazón... rescatando cada uno de sus talentos...