3er Aniversario

Hoy 18 de mayo, se cumplen tres años de la partida de mi hermano... un día lluvioso como hoy, pero nevando fuertemente en Los Barros, salió junto a sus camaradas soldados a una caminata que no terminó en La Cortina, sino a un lugar más elevado, donde no todos pueden llegar.

El día de hoy, nos levantamos temprano para viajar hasta Los Angeles, preparamos nuestros bolsos pues debíamos luego de almuerzo volver a Concepción con la Pamela.
Una vez en el ejército, fuimos recibidos por la Jimena, la Asistente Social que nos ha acompañado estos años en lo del caso de Antuco... entramos al casino de los oficiales donde tuvimos un rico desayuno con el resto de las familias, bueno, también despertando, jaja.


Si bien el intercambio de palabras con la familia que nos acompañó fue sobre: si en verdad se supo de las muertes el 18 o no... lo que finalmente acordamos que sí.. sin embargo, los cuerpos eran los desaparecidos. Luego del desayuno, en medio de la tormenta, nos hicieron caminar hacia un patio semitechado.


Una vez ahí, nos sentamos y esperamos a las autoridades que llegaran, entre ellas el primer ministro, gral Izurieta, etc... pero nosotros, más atentos que nunca en mi mamá, quien se preparaba para dar un discurso. Una vez que las autoridades llegaron, se hizo unas palabras de bienvenida e inmediatamente, mi mamá pasó a leer el discurso, el cual comparto. Eso sí, que les debo advertir que yo estaba algo lejos y el ruido del ambiente molestaba:

Bueno, otro día subire el texto el cual mi mamá leyo. Luego vino la oración ecuménica, con la bendición de la placa en el ejercito (que fue el año anterior bendecida, ah.. el obispo no estuvo presente)... y luego, cada familia pasó a dejar unas flores adelante. Tampoco no estuvo presente nuestro "padrino" Valladales, pues está en un viaje en la Antartida.



Luego del homenaje realizado en el regimiento, vino el momento de mojarse y mucho. Pues bien, nos llevaron en bus hasta el lugar donde se construyo la plaza o parque, memorial de los soldados caídos en Antuco. Ahí, no pudieron sobrevivir del viento y la lluvia la carpa y estuvimos tratando de escuchar todo bajo los paraguas.


Sin embargo, las palabras de una representante de las familias decía: la lluvia, es el beso de nuestros hijos que se quieren hacer presente el día de hoy... Si, fue verdad. Los diversos discursos fueron significativos, el del ejercito, el de la representante, del representante de la presindenta y el del señor alcalde de Los Angeles.


Hubo una oración también, más breve, debido a la lluvia y luego se descubrió el soldado y la placa recordatoria. Luego de eso, pudimos algunos ir a leer en las piedras, el nombre de nuestros familiares escritos en bronce... si, fue emocionante, pero fue corto... la lluvia nos llevo de vuelta al bus inmediatamente.


Sin duda, nuestros nombres no quedarán en la historia, pero a Dios rogamos que al menos estemos con ellos en el cielo. En en bus... nuevamente mojados, casi con ganas de volver... pero orgullosos.


A la hora de almuerzo, tuvimos la grata compañía de gral Izurieta y su señora esposa, también otro militar (yo de grados no sé nada) y otra familia de Nacimiento. Ahí, compartimos un grato almuerzo, muy familiar y de confianza, es decir, nadie se sintió incómodo por estar con tal autoridad militar (de hecho, la máxima, jeje). Conversamos de las cuatro familias de la mesa, incluyendo la microempresa de la sra de Nacimiento y del futuro del Inglés en Chile.


Luego, fue tiempo de despedirse, donde incluso mi mamá se tomó una foto con el ministro Vidal. Si... nosotros volvimos con la Pame a Concepción, en casa mis papás. Todos alegres, bueno, la Pame tuvo que ir a almorzar a otra mesa... la vez anterior, yo no pude compartir con la Presidenta Bachellet (así que, justicia divina, jeje).


Un abrazo a todos quienes nos acompañaron con la presencia y, como dijo nuestro amigo y pastor Tomás: "el mejor regalo y gesto es la oración por las 45 familias".